viernes, 17 de diciembre de 2010

No hay crisis...

Por lo menos la que nos viene a la cabeza cuando escuchamos la palabra más escrita y pronunciada del 2010.
No creo que no haya posibilidades para una recuperación económica, en un sistema donde la retroalimentación es un hecho, donde el “vendo” y “compro”, te “presto” y me “prestas” es lo que hace falta para poder activarnos.
Y bueno, ya sé que todo es algo más complicado, que no soy experta en económicas y que no voy a aportar absolutamente nada de lo que ya está dicho/ escrito. Por eso no quiero hablaros de esta crisis.

La crisis importante, la que debería ocupar más titulares, más reflexiones, más tertulia… debería ser la crisis que cada uno tenemos dentro de nosotros.
Cada uno sabe cual es su crisis: ¿qué echas de menos? ¿Qué te gustaría hacer en estos momentos? ¿Cómo te gustaría que te tratasen los demás? ¿Cómo lo haces tú? ¿Qué es lo verdaderamente importante? ¿Y por qué no nos centramos en eso?

Tengo la sensación de volver diez años en el tiempo, volver a la incorfomidad,  volver a tener sed de justicia y de sentido común… ¿o será la crisis de los treinta?

2 comentarios:

  1. No hace falta que vuelvas atrás en el tiempo para volver a la inconformidad y a tener sed de justicia y de sentido común. Y no hace falta, porque nunca has dejado de tener esos sentimientos y, o yo me euivoco mucho, o nunca dejarás de tenerlos. Algunos, y tú eres - como yo- de esos siempre nos rebelamos contra la injusticia. Y eso a veces cuesta (ser mal mirado, o perseguido, o...)

    Jesús, ya sabes, el hijo del carpintero, dijo: que Bienaventurados quienes padecen persecución por la justicia porque de ellos es el Reino de los Cielos.

    Sigue sintiendo así; porque cumplirás años, pero no envejecerás.

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  2. "Sigue sintiendo así; porque cumplirás años, pero no envejecerás" La guardo en mi pequeño listado de cosas a no olvidar.
    Gracias Ernesto, un beso!

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