domingo, 12 de diciembre de 2010

Los olvidados.

Quizá es una forma de huir mentalmente, de aislarme del cansancio y el hastío que me producen las noticias de estos últimos meses, solo quizá…
Puede que este interés despierte simplemente del morbo que producen las historias de lugares olvidados, generalmente por una sucesión de desgracias en el caso de las ciudades, o de cambios de usos en los edificios. De la sensación de que hay tantas historias por contar y que nunca serán escuchadas.
O tal vez sea una conjunción de bellas fotografías con textos, generalmente muy bien escritos…

En realidad da igual el por qué, pero os enlazo algunas páginas sobre ciudades abandonadas y/o edificios.




2 comentarios:

  1. Hay muchas historias que contar y muchas fotografías que hacer. Las historias y las fotografías están ahí; solo hace falta verlas (o escucharlas) y luego mostrarlas. El problema es que quizás vivimos en un mundo de ciegos y sordos.

    Teresa, tienes/tenemos trabajo para ver y escuchar historias. Y. luego, si no quieren verlas u oírlas... Allá ellos.

    Adelante

    Ernesto

    ResponderEliminar