sábado, 17 de diciembre de 2011

Ciclotimia musical



¿Qué fue antes, la gallina o el huevo?  Y es que algo muy parecido pasa con la música y los estados de ánimo.
No es ninguna sorpresa que la música nos crea reacciones anímicas. Hay canciones que nos transportan a un terreno entristecido, a una melancolía rítmica, en cambio también hay canciones que producen una energía descomedida, un buenrollismo inmediato, un subidón de risa y bailes.  
Sin duda, a la hora de elegir unas u otras, las favorecidas serán las más acordes a nuestro momento anímico, nuestra predisposición será determinante. Sin embargo hay momentos en que seremos sorprendidos y nuestro carácter, aparentemente plano, se ve embrujado por acordes y notas sostenidas.

En estos embrollos pánfilos me encontraba el otro día, cuando caí en la cuenta en la selección que me había dispuesto para mis quehaceres. ¡Vaya cóctel anímico me había preparado! ¿Seré una ciclotímica musical? Pero como suele pasar, no siempre reaccionamos igual ante los mismos estímulos, y no es lo mismo escuchar detenidamente que acompañar y llenar el espacio…

Llenar espacios con música… para otra ocasión.

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