Qué curiosa es nuestra capacidad de asociación. Hay momentos en los que parece que todo te lleva a los mismos recovecos de nuestra memoria, que todo lo que haces, dices, o decides acaba con los mismos pensamientos o recuerdos.
Estas semanas mi capacidad asociativa está en cierta manera en un bucle, o quizá, de manera inconsciente todo me lleva a lo mismo.
Por una parte estoy leyendo una novela que me tiene secuestrada como hacía tiempo no lo estaba. Aunque sea una historia de terror me tiene atrapada fundamentalmente por la exquisita descripción de los pensamientos pre-adolescentes.
Por otra parte he comenzado un proyecto como voluntaria en una escuela, con niños en exclusión social. El proyecto es más amplio, ya que las actividades van dirigidas tanto a padres como niños, pero yo estoy con éstos últimos.
Son niños que crecen rápido, que tienen una gran vitalidad en sus pequeños ojitos. Y como suele pasar, cuando lo que te rodea no es idílico, tu discurso, tu actitud mezcla la inocencia propia de la edad con la crudeza adulta.
En un proyecto como éste se marcan ciertos objetivos, a corto y largo plazo, pero algo en mi interior me dice que el fundamental es hacer que disfruten de su crecimiento.
Recuerdo que cuando tenía más o menos su edad, las jornadas de juegos con tus amigos era lo más importante, era tu ocupación.
Recuerdo esas pequeñas bromas que solo tú y tu pandilla entendíais. Esas risas bobaliconas y nerviosas. Tus primeros amores platónicos, en los que una pequeña mirada te llevaba a la ensoñación más profunda y despreocupada.
Con el paso de cada verano, eras un poquito más mayor, tenías más libertades, y junto a tus amigos te sentías más adulto. Era divertido hacerse mayor. Y era divertido darse cuenta.
Y tengo la sensación, y ojala esté equivocada, que estos niños no viven así su camino a la adultez. Pasan rápidamente de niños a adultos. De jugar con una pelota a tener una familia que sustentar.
Espero poder deciros con el paso de los días lo equivocada que estaba, que solo ha sido una primera impresión. O quizá que vemos un cierto avance, que poco a poco vamos cumpliendo objetivos. Espero poder deciros que estamos haciéndolo bien, y que esto servirá para algo.
Desde luego nuestras ilusiones, energías y tiempo están puestas en ellos.
Comiendo uvas. Sorolla. |